Tercüme: Presuntos Implicados. El Pan Y La Sal.
puntillas. Tengo cinco razones para quererte, una Atacada a mi espalda, y otra a mi suerte, Y las tres que me quedan, son tu sonrisa, Tu ternura y
: Eres para mi buenaventura, promesa que abril sembro En este lugar y yo que soy solo lugar yo te senti crecer A orillas de mi piel latiendo con
: Siento vida, diluye de la madre tierra y rebosara mi ser, vida. Despertar para ver, que tras las sombras siempre esta la luz, y Comprender y olvidar
haber entre tu y yo rotos por los suelos se nos quedaran los duelos. Si el amor que cura las heridas regara tu tierra y mis semillas, y el amor Nos
Y un dia se van, igual que se va la tarde, y asi partiran, Los momentos y detalles. Perlas por engarzar que hay que atesorar, y rios que van Al mar
, sembraste en mi ventana fingiendo que fingias Que me amabas. Y prometieron locuras y cumplieron las promesas y se derramo ternura. Y confundieron
corazon y ella, le espera, Hablando desde la razon. No tengas miedo te estare esperando, y en tu paisaje Sere como el sol no tengas miedo te estare velando Y
del durmiente con celo y esmero Se debe sembrar de felices presagios de azucar y pan. Y el embrujo de amar sortilegio diario que cruza los tiempos Y
fingir con mi boca de actriz Ni una lagrima ni una voz ni una escena final, Porque todo da igual si la gente te dice adios. Y di la vuelta y solte
que hay un angel en el pan, Un angel de levadura harina y sal que ofrece a cachitos para merendar Brillan sus ojos al sol y comprendes en su voz Que
nuestra cera. Sin querer como llega la locura se nos fue torneando amor en usura. Y hecho de menos tus manos tan suaves como uva madura Y en vano
de ti, aun tengo lo que fue, El aire de tu amor, y su fragancia. Si alguna vez ame la dicha de vivir, fue solo junto a ti Y entre mananas si tuve
todo lo que eres para mi. No se si alguna vez sonaras mi piel cuando yo no este, Si fuera si te sentiras como un barco en la distancia y Yo guiandote
de puntillas. Tengo cinco razones para quererte, una Atacada a mi espalda, y otra a mi suerte, Y las tres que me quedan, son tu sonrisa, Tu ternura y
Derritiendo nuestra cera. Sin querer como llega la locura se nos fue torneando amor en usura. Y hecho de menos tus manos tan suaves como uva madura Y